
Recordamos con especial cariño la historia de Elena, una joven licenciada en Comunicación que, sin experiencia previa en ventas, llegó a una sesión de entrenamiento decidida a conseguir su primer trabajo como SDR. Tenía curiosidad, energía, y muchas preguntas. Se había formado por su cuenta en herramientas digitales, había tomado cursos de prospección y se había lanzado a contactar directamente con recruiters por LinkedIn. A los tres meses, ya estaba generando oportunidades cualificadas para una empresa de SaaS con presencia internacional. Casos como el de Elena nos recuerdan que, con el enfoque correcto, entrar al mundo B2B como SDR no es una utopía: es una posibilidad concreta y alcanzable.
En los últimos cinco años, el rol de Sales Development Representative se ha convertido en una de las puertas más potentes de entrada al ecosistema B2B. Es un puesto clave en los equipos de ventas modernas, centrado en la generación de oportunidades y la calificación de leads, que requiere habilidades comunicativas, capacidad de investigación, uso de tecnología y mucha inteligencia emocional. Para quienes buscan una primera experiencia profesional en el mundo comercial, conseguir un trabajo como SDR es una opción con gran proyección.
En este artículo vamos a recorrer el camino para conseguir tu primer trabajo como SDR: qué habilidades necesitas, cómo preparar tu candidatura, qué errores evitar y qué estrategias aumentan tus probabilidades de entrar. Lo haremos con una mirada cercana, basada en nuestra experiencia acompañando a decenas de perfiles junior en sus primeros pasos en ventas B2B. Porque abrir una puerta requiere mucho más que suerte: requiere intención, preparación y persistencia.
Comprender el rol: más allá del teléfono y el correo
Antes de postular, es clave entender qué implica realmente trabajar como SDR. El título puede variar según la empresa (SDR, BDR, Inside Sales, Lead Generation), pero en esencia se trata de generar y calificar oportunidades comerciales para que el equipo de ventas pueda cerrar negocios.
Esto incluye investigar cuentas y contactos, enviar mensajes personalizados, hacer llamadas en frío, gestionar secuencias de contacto, agendar reuniones y actualizar el CRM. Pero también implica escuchar, aprender del rechazo, ajustar el mensaje, colaborar con marketing y adaptarse a distintas industrias.
Comprender esta variedad es importante por dos motivos: primero, te permite evaluar si el rol encaja con tus intereses y fortalezas; segundo, te ayuda a preparar tu postulación con argumentos más reales. Las empresas valoran a quienes llegan con una idea clara del día a día del puesto. Leer descripciones de vacantes, escuchar entrevistas a SDRs y seguir cuentas especializadas en ventas puede darte un panorama más preciso.
Desarrollar habilidades clave: lo que buscan las empresas
Para acceder a un trabajo como SDR, no necesitas un MBA ni experiencia previa en ventas. Pero sí necesitas demostrar un conjunto de habilidades que te permitan adaptarte rápidamente al entorno y generar impacto desde los primeros meses. Estas son algunas de las más valoradas:
- Comunicación efectiva: Saber expresarte de forma clara, empática y orientada a valor es fundamental. Esto incluye la redacción de correos, el discurso telefónico y la interacción por mensajes.
- Capacidad de investigación: Un buen SDR sabe encontrar información relevante sobre cuentas y decisores. Esto requiere curiosidad, criterio y manejo de herramientas de búsqueda.
- Autonomía y organización: Como SDR deberás gestionar tu propio tiempo, priorizar tareas y seguir procesos. Las empresas valoran la proactividad y la disciplina.
- Escucha activa y adaptabilidad: Cada cliente es distinto. Saber interpretar sus respuestas, ajustar el enfoque y mantener una actitud abierta es clave.
- Familiaridad con herramientas: No es obligatorio dominar todos los CRMs o plataformas, pero sí es conveniente haber probado alguna (HubSpot, Salesforce, Apollo) o tener experiencia con herramientas digitales.
Formarte en estas habilidades mediante cursos gratuitos (LinkedIn Learning, HubSpot Academy, Coursera), bootcamps o proyectos personales te permitirá destacarte aunque no tengas experiencia formal.
Preparar tu perfil: CV, LinkedIn y propuesta de valor
Una vez que comprendes el rol y te formas en las habilidades clave, es momento de construir una candidatura coherente y atractiva. Empecemos por el CV: debe ser breve, claro y orientado a logros o aprendizajes transferibles. Si no tienes experiencia comercial, destaca proyectos donde hayas investigado, escrito, coordinado tareas o interactuado con personas.
En cuanto a LinkedIn, es tu carta de presentación viva. Asegúrate de tener una foto profesional, un titular que explique tu interés («Aspirante a SDR | En formación en ventas B2B | En busca de mi primera oportunidad») y un resumen donde expreses qué te motiva, qué has aprendido hasta ahora y cómo puedes aportar valor.
Pero más allá del CV y LinkedIn, lo que realmente diferencia a los candidatos es su propuesta de valor: una combinación de actitud, preparación y claridad. Puedes demostrarla grabando un breve video presentándote, escribiendo un post sobre lo que estás aprendiendo o incluso investigando una empresa a la que aún no te postulaste y proponiendo ideas de prospección.
Mostrar que ya piensas como SDR antes de serlo es una de las mejores estrategias para abrir puertas.
Aplicar con estrategia: calidad sobre cantidad
Enviar decenas de postulaciones genéricas no es una estrategia efectiva. Lo recomendable es aplicar con foco: elegir empresas que te interesen, leer bien las vacantes, adaptar tu CV al puesto y escribir mensajes personalizados al recruiter o hiring manager.
Una buena práctica es contactar por LinkedIn antes o después de aplicar. Un mensaje breve, como: «Hola, me postulé al puesto de SDR en [empresa]. Me entusiasmó ver que buscan alguien con ganas de aprender. Estoy formándome en ventas B2B y me encantaría poder conversar más. Gracias por tu tiempo». Este tipo de iniciativa muestra proactividad y puede marcar la diferencia.
También puedes participar en comunidades online de ventas (como SDRs Latam, RevGenius, Pavilion o foros de Sales Hacker), donde a menudo se comparten vacantes y se generan conexiones valiosas.
La clave es priorizar la calidad sobre la cantidad. Postular a cinco puestos bien investigados, con mensajes personalizados y seguimiento posterior, tiene más impacto que enviar 50 CVs sin contexto.
Prepararse para la entrevista: demostrar potencial y actitud
Si llegas a la entrevista, ya diste un paso importante. Ahora toca demostrar que, aunque no tengas experiencia directa, tienes el potencial y la actitud para convertirte en un gran SDR. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
- Investiga la empresa y el producto. Saber qué hacen, a quién venden y cuál es su propuesta de valor te permite responder con contexto y hacer mejores preguntas.
- Practica tu pitch. Muchas entrevistas incluyen un roleplay. Prepárate para presentar un producto o agendar una reunión en una llamada simulada. La claridad, el tono y la estructura son más importantes que la perfección.
- Explica tu motivación. Cuenta por qué quieres trabajar como SDR, qué has aprendido por tu cuenta, cómo manejas la frustración o el rechazo, y qué te entusiasma del desafío.
- Muestra aprendizaje. Puedes compartir ejemplos concretos: «Tomé un curso sobre cadencias de prospección, y aprendí cómo usar secuencias personalizadas para aumentar la tasa de respuesta».
La entrevista es una oportunidad para demostrar que, aunque no lo hayas hecho antes, ya estás pensando, actuando y aprendiendo como un SDR.
Conclusiones
Conseguir tu primer trabajo como SDR no es fácil, pero tampoco es un misterio. Es un camino que se recorre paso a paso: entender el rol, desarrollar habilidades clave, construir una propuesta de valor coherente, aplicar con estrategia y prepararse con intención para cada conversación.
Desde The B2B Sales Academy, hemos visto a perfiles sin experiencia convertirse en referentes comerciales en menos de un año. Lo que marcaron la diferencia no fue un background perfecto, sino la actitud para aprender, la constancia para buscar y la humildad para escuchar. Porque las ventas no son solo técnicas: son también un arte humano, donde la curiosidad, la empatía y la disciplina abren tantas puertas como un buen pitch.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!